De mi poemario Ciclo Cantatas (Quito, 1996)
Escalo
la más alta cumbre
del Pichincha.
Comando
la nube más blanca
del cielo.
Abro mis alas
cruzo el espacio de plata
me detengo
en el nacimiento de este
claro manantial.
Hundo
mis raíces de amor
en la tierra húmeda
y negra.
Horado
el tiempo
hacia el centro
del universo
Soy.
Ordeno a la luz
que también sea
y es.
Le digo a dios
que ordene las montañas
y las ordena.
Forjo
al hombre.
Invento
el delicado escenario
del cosmos
para que pueda
amarse a sus anchas.
Y canto.
Soy la vida.
Llevo en mis arterias
el átomo poderoso
que hace rugir el cielo
en bramido sinfónico
cuando camino.
Poseo
el fuego de oro
que se levanta en clara
melodía
cuando amo.
Devoro
como huracán musical
espacios y épocas
cuando medito.
Impulso
el sol hacia su rumbo
fustigo a las estrellas
con mi látigo de arco iris
cuando sueño.
Arrebato
las copas de los eucaliptos
y las corolas
de las margaritas
con mi viento
de flautas pectorales
cuando viajo.
Escarbo
las entrañas de las
cordilleras
en busca
del caracol de la ilusión
cuando recuerdo.
Nado
en el océano
cantando mis himnos
con coros de tiburones e
hipocampos
al ritmo
de algas y alcatraces
cuando anhelo.
Pisoteo
los volcanes
en el fondo del tiempo
cuando río.
Regreso
a mi fuente manantial
acaricio la frente
de las rosas
hundo mi pie en el agua pura
recuesto mi cabeza
en el regazo
de la brisa
contemplo
el azul de la ausencia
tarareo
una canción
a la sombra
tendido.
Soy
el
amo y señor
de
la vida.
Alfonso Monsalve Ramírez
De mi poemario Ciclo Cantatas (Quito, 1996)
Cumbayá,
31 de julio de 2014
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