¿Crisis? ¿Cuál crisis?

Un vaso para todos lleno
Todo el mundo habla de la crisis. La crisis es la causa de todos nuestros males, la crisis nos está llevando al fin del mundo, hay que encontrar las causas de la crisis, los culpables de la crisis son estos y aquellos, la crisis por aquí y la crisis por allá, la crisis esto y la crisis lo otro, la crisis, la crisis, la crisis…
Pero no todo el mundo está en crisis. No todos encuentran crisis en todo lo que les rodea, hay quienes ven las cosas de otra manera. No todos se limitan a mirar la parte vacía del vaso, hay que ver la parte llena. Aunque en esta ocasión el símil del vaso mitad lleno y mitad vacío…
Según las más recientes estadísticas, solamente en lo primeros nueve meses de 2013, los 25 multimillonarios más ricos aumentaron su riqueza en 85 mil millones de dólares, mientras que la misma fuente informa que «las empresas transnacionales (ETNs), especialmente los bancos y la industria de gas natural y petróleo, continuaron beneficiándose extraordinariamente de la crisis económica y financiera»[1].
¿Solamente 25 personas, esos 25 multimillonarios más ricos del mundo vieron crecer sus fortunas en 3 millones 400 mil dólares cada uno, en promedio, en apenas nueve meses? Eso no parece una crisis, sino un auge. Veamos otras cifras.
La mitad más rica del mundo, digamos la mitad llena del vaso, son escasas 85 personas que, juntas, poseen la misma riqueza que 3.750 millones de personas más pobres del mundo (3 570 000 000), la mitad vacía. ¿Mitad y mitad? Bueno, tenemos que ver la parte buena de las cosas: no estamos hablando de la cantidad de personas sino de la cantidad de riqueza…
Todavía sería probablemente inexacto limitarnos a ver la realidad tan luminosa como la veían, en el 2012, cada uno de los 10 hombres más ricos del mundo. En ese año, entre todos ellos sumaban 395.400 millones de dólares, unos 10.000 millones menos que en el año 2011 pero muy por encima de los 342.000 millones que sumaban las diez personas más ricas del planeta en el 2010. Es decir, quienes vieron aumentar sus patrimonios en conjunto solamente en 53 mil millones de dólares en estos dos años, lo que no puede mirarse propiamente como un estado de crisis.
Para no caer en distorsiones limitándonos a esos 10 afortunados varones, hablemos de cien (100), de las cien personas que en el mismo año 2012  vieron crecer su riqueza en 241.000 millones de dólares más. Su riqueza sumó 1,9 billones (no millones sino billones: 12900.0001000.000, un billón novecientos mil millones de dólares; esto si nos expresamos en billones españoles; si son billones gringos, quítenles tres ceros a todas estas cifras, que aún así no dejarán de ser estruendosas), sólo un poco menos que el Producto Interno Bruto (PIB), o sea, que toda la riqueza que acumuló todo el Reino Unido en ese mismo período[2]. Un analista autorizado[3] redondea estas cifras y las comenta así:
«Un informe reciente indica que en el año 2012, 100 personas ganaron 240 mil millones de dólares. (Otra fuente indica que su riqueza se estima ahora en 1,9 billones de dólares, sólo un poco menos que el PIB del Reino Unido). Lo suficiente para acabar con la pobreza mundial 4 veces. Esta misma élite es la que, como escribí la semana pasada, controla los bancos, la producción de armas, los medios de comunicación y los gobiernos de todo el mundo. No comparten la misma ideología en términos de las políticas públicas que impulsan pero sus políticas privadas son las mismas: la posesión personal de dinero es el valor más importante».
Podemos deducir que para estas 100 personas no existe crisis alguna.
Pero no seamos sectarios. Ampliemos el espectro y veremos que los muy ricos no forman un grupúsculo tan reducido: las 200 personas más ricas tienen cerca de 2,7 billones (españoles, millones de millones: 22700.0001000.000) de dólares, mucho más que los 3.500 millones de gente más pobre, que reúnen solamente 2,2 billones (españoles) combinados.(…).
Y las 300 personas más ricas en la tierra tienen más riqueza que los 3.000 millones más pobres, casi la mitad de la población de mundo. Ya vamos en 300 personas en el mundo que no hablan para nada de crisis.
Menos desproporcionada aún resulta la visión de los que, siempre en ese mismo año, entraban en la lista de los mil doscientas veintiséis (1.226) hombres más ricos del mundo porque cumplieron con el requisito de tener un patrimonio mínimo de 1.000 millones de dólares, pues muestra que esa lista se aumentó en 16 personas poseedoras de una fortuna total de 4,3 billones (42300.0001000.000) de dólares, lo que, si se dividiera por partes iguales representaría un incremento de 35.0731410.000 (treinta y cinco mil setenta y tres millones cuatrocientos diez mil) dólares para cada una de esas 1.226 personas… ¡nada parecido a una crisis!
Todo lo contrario. Lo que tanta gente llama crisis –eso del estallido de lo que denominan burbuja inmobiliaria y los millones de personas que, por esta causa, perdieron sus puestos de trabajo en todo el mundo– ha sido para todas esas personas que estamos reseñando un verdadera bendición. Como lo revela un informe reciente de Oxfam, según el cual “el 1% más rico incrementó sus ingresos en 60% en los últimos 20 años, con la crisis financiera acelerando el proceso en vez de frenarlo, mientras los ingresos del 0,01% superior obtuvieron incluso mayor crecimiento”.
Por su parte «La directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, admitió que se está agravando la desigualdad social en el mundo, y ofreció un dato escalofriante: el 0,5 por ciento de la población mundial controla el 35 por ciento de la riqueza.»[4]
Y El Blog Salmón, en una nota titulada significativamente La crisis no puede con los ricos[5], ofrece datos todavía más reconfortantes:
«…la crisis económica actual, que además se ha manifestado en todo su esplendor durante el pasado año, no ha afectado excesivamente a los hombres más ricos del planeta, pues en su gran mayoría estos han visto como su patrimonio se incrementaba en 2013, según los datos manejados por la revista Bloomberg. Los analistas de este medio señalan que las trescientas personas más ricas del planeta consiguieron aumentar su fortuna en unos 524.000 millones de dólares en 2013. De ellos, Bill Gates y Sheldon Adelson se colocan como los millonarios que más aumentaron su patrimonio durante el pasado año.
El fundador de Microsoft comienza el año como el hombre más rico del planeta, con una fortuna aproximada de 78.500 millones de dólares y tras conseguir aumentar su patrimonio en 15.800 millones de dólares en 2013. Le sigue en la lista el anterior número uno de la misma, el magnate mexicano Carlos Slim, que redujo su fortuna en unos 1.000 millones el pasado año. El podio de la envidia lo completa el español Amancio Ortega, con una fortuna de 8.900 millones de dólares el pasado ejercicio.
Curiosamente, si excluimos a Adelson, los ricos que más aumentaron su fortuna en 2013 fueron aquellos cuyas inversiones estuvieron relacionadas con el sector tecnológico. No en vano, además de Gates, aparecen en la lista nombres como Sergey Brin y Larry Page (cofundadores de Google), Jeff Bezos (Amazon) o Mark Zuckerberg (Facebook).»
Por último, este testimonio de una fuente intachable (con nuestras anotaciones relativas al vaso entre paréntesis), que vuelve a hacer referencia a esa mitad que no ve su vaso propiamente lleno. En cuanto a la otra mitad… veamos:
«La actual desigualdad en la distribución de la riqueza no tiene precedentes en la historia de la humanidad… El grupo financiero Credit Suisse, ha comenzado una publicación anual en la que analiza la distribución de la riqueza (bienes reales como viviendas, mas bienes financieros) de la población adulta de todo el planeta. De acuerdo a sus cálculos, la mitad más pobre (la mitad del vaso) de la población adulta global es dueña de sólo 1% de la riqueza global (o sea, en un gráfico donde el vaso tuviera un metro de alto, solamente un centímetro estaría lleno). Un total de 3.051 millones de adultos, que representan 67,6% (mucho más que la mitad del vaso de la población) de la población adulta global, es dueña de sólo 3,3%  de la riqueza global (lejísimos de la mitad de la riqueza llena). En contraste con esto, el 10% (no la mitad sino la décima parte del vaso que representa las personas) más rico es dueño de 84% de la riqueza global (el vaso casi lleno), el 1% (¡la centésima parte del vaso!) más rico posee 44% de la riqueza global (casi la mitad del vaso), y el 0,5% (¡la mitad de la centésima parte!) más rico es dueño de 38,5% de la riqueza global (un vaso bastante bien provisto).»[6]
En resumen, como lo expresa el comunicador chileno Eduardo Andrade Bone, «lo único claro hasta ahora es que el capitalismo de casino sigue gobernando los mercados bursátiles, con los especuladores e inversores haciendo su agosto» (el resto de la cita no es muy publicable porque expresa en términos un poco indecentes lo que correspondería a la mitad vacía del vaso («haciendo mierda las economías de España y otros países europeos»), es decir, la visión pesimista del asunto.

Estilo de vida
Mejor ver la mitad llena, en detalles cotidianos muy expresivos, como el que incluye el mismo autor, apoyándose en relatos de los medios de prensa alemanes referentes a Grecia: «Mientras la ciudad (Atenas, al parecer) vive duras jornadas de protesta y el país afronta una profunda crisis económica y social, el estilo de vida del alcalde parece no cambiar para nada, pues este cenaba tranquilamente en un restaurante de lujo en el exclusivo barrio de "Colonia" comprobando que su estilo de vida dista mucho de haber entrado en la era de la crisis que vive su país».[7]
Otra pincelada pintoresca de este paisaje donde no se puede hablar de crisis: «En la India, el país con la mayor cantidad de personas que pasan hambre en el mundo, el hombre más rico del país se ha construido una residencia familiar de 27 pisos que entre otras cosas, tiene tres helipuertos. Se estima su costo en unos mil millones de dólares.»[8]
Otro detalle estimulante: «…en el esplendor de la burbuja inmobiliaria japonesa los jardines del Palacio Imperial de Tokyo se cotizaban a un valor superior a todo el Estado de California.»[9]
Formas de vida que hoy pueden contemplarse, según la misma fuente, hasta en la pro socialista China: «Ahora, como en China han proliferado los multimillonarios y las modas exóticas, un promotor inmobiliario ha comprado un cachorro en 2 millones de dólares. El perro en cuestión es un mastín tibetano, como indica Market Watch, uno de los perros más caros del mundo. Esto da cuenta de cómo la locura se ha asentado en China».
 ¿Locura? Quizás a este promotor inmobiliario no le parecerá así, sino, por el contrario, una muestra actual de la proverbial de la sabiduría oriental, y, en todo caso, de que la crisis no es tan severa como dicen.

El mundo lleno de paraísos… ¡fiscales!
Pero tratemos de mantener la visión positiva. Es evidente que no son pocas las personas en el mundo que no se limitan a quejarse de lo que anda mal, sino que ponen manos a la obra y encuentran las formas de hacer esas fortunas multibillonarias. Para asomarnos a ese mundo de oportunidades, primero debemos dejar a un lado los prejuicios de carácter, digamos, moralista. Esto es necesario porque nos enredaríamos mucho intentando encontrar el límite entre lo que es legal o ilegal, correcto o incorrecto, moral o inmoral, ético o antiético
Veamos las cosas prácticamente. No es sólo la especulación financiera ni los manejos habilidosos, usuales en las bolsas de los valores de todo el mundo, los que garantizan alcanzar esas cúspides maravillosas, esas pirámides faraónicas edificadas con montañas de billetes y de toda otra forma de papeles que se consideren expresión de riqueza.
Una de las prácticas más extendidas es la de colocar nuestro dinero fuera del alcance de los recaudadores de impuestos. En palabras sencillas, la evasión fiscal. Se trata de sacar lo que podamos del país donde “trabajamos” o donde especulamos, y colocarlos en otros países donde no nos cobran ningún impuesto por tenerlo allí. En los paraísos fiscales.
Es deslumbrante mirar hacia ese mundo. Veamos algunos datos. Hay que disculpar la rudeza de algunos términos que se usan en estos casos (robar, ilegítimos, dictadores, ladrones, etc.) y ver solamente lo positivo, lo regocijante (todos los subrayados son originales):
«Un estudio dado a conocer por la organización británica Tax Justice Network, sugiere que la cifra que los multimillonarios ocultan en los paraísos fiscales año a año supera los 21 billones de dólares, es decir una suma equivalente a un tercio del PIB mundial o al PIB combinado de Estados Unidos y China. Si esta enorme suma de dinero pagara algún tipo de impuesto no solo se reduciría el hambre en el mundo sino que se podría resolver, en solo un año, la crisis del euro… Los activos existentes en los paraísos fiscales son propiedad de sólo 92.000 personas, es decir el 0,001% de la población mundial, una clase muy pequeña de mega-ricos…»[10]
Otra fuente bien confiable, la organización humanitaria Oxfam, estima que «…hay unos 32 billones de dólares (322000.0001000.000) en paraísos fiscales de todo el mundo. Si estuvieran gravados, se podrían recaudar casi 190.000 millones de dólares al año.»[11].
Como vemos, las cifras oscilan entre 21 y 32 billones de dólares, lo que confirma la analista Sally Burch[12], quien nos indica además que esos fondos de riqueza privada se encuentran invertidos «en más de 80 jurisdicciones offshore (extraterritoriales) –donde las cuentas se manejan bajo reserva y prácticamente libre de impuestos».
Un autorizado analista de la radical fuente Al Jazeera se expresa así:
«La evasión fiscal por sí sola representa más de 900 mil millones de dólares al año y es dinero que las corporaciones roban a los países pobres y esconden en paraísos fiscales (o más exactamente, países gobernados por ladrones), de los cuales la ciudad de Londres es el centro mundial.»[13]
En cuanto a cuáles y cuántas son esas “jurisdicciones”, son muchas las que se mencionan. El ex presidente de Ecuador, Rodrigo Borja, publicó la siguiente lista:
«La OCDE elaboró en 2003 una lista incompleta de los "paraísos fiscales": Anguila, Antigua y Barbuda, Antillas Neerlandesas, Aruba, Bahamas, Bahrein, Bermudas, Belice, Chipre, Dominica, Gibraltar, Granada, Guernesey, Isla de Jersey, Isla de Man, Islas Caimán, Islas Cook, Islas Turcas y Caicos, Isla de Margarita, Liechtenstein, Malta, Mauricio, Montserrat, Nauru, Niue, Panamá, Samoa, San Cristóbal y Nieves, San Marino, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Seychelles y Vanuatu.»[14]
Seguramente son muchos más los lugares del mundo que pueden considerarse favorables a las operaciones offshore, que es la denominación eufemística para nombrar lo que en términos de decencia informativa podría ser innombrable. La misma fuente, en otra publicación, proporciona estos datos:
«Los más comunes son pequeñas islas del Caribe — colonias o ex colonias de países europeos y de Estados Unidos — donde la ley fiscal es prácticamente inexistente y donde se garantiza un estricto secreto bancario… Muchas de estas islas viven del turismo y de las divisas que cruzan sus territorios.  Sin embargo, no reciben un solo dólar en impuestos: no hay impuesto a la renta, ni siquiera presentación contable. Un ejemplo es Anguila, colonia británica del Caribe, que ocupa 102 kilómetros cuadrados y es 11.000 veces más pequeña que Colombia; tiene 13.500 habitantes y 8.000 sociedades registradas, en su mayoría del sector financiero.»
También se consideran como paraísos fiscales determinados territorios (en Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Japón y Panamá, entre otros,) donde se aplican leyes  que permiten el secreto financiero y grandes beneficios tributarios.
Chipre no es técnicamente paraíso fiscal, como no lo es Colombia, simplemente porque la calificación obedece a criterios arbitrarios, bastante elásticos:
«… Colombia se está convirtiendo en una especie de paraíso fiscal, con una legislación extraordinariamente favorable al capital extranjero. Lo prueban las cifras del Banco de la República: entre 2010 y 2012, ingresaron 27.271 millones de dólares en inversión extranjera directa, pero salieron 31.540 millones por dividendos y remisión de utilidades… Los paraísos fiscales y territorios offshore – junto con otras prácticas internacionales como las empresas-buzón – permiten que las grandes compañías y las grandes fortunas evadan sus obligaciones tributarias, tanto en sus países de origen como en los países donde se implantan (…) En Colombia es evidente que no existe voluntad del gobierno para establecer controles sobre las multinacionales.»[15].
En otras palabras, no son estrictamente paraísos pero sí pueden considerarse paradisíacos… para los evasores de impuestos, que así quedan por fuera de toda crisis. Otro aspecto interesante, que el siguiente testimonio califica de preocupante (¿preocupante para quién?), es la rapidez con que aumenta este fenómeno mágico de la multiplicación de los millones y los billones, y ya no sólo en Estados Unidos, en países latinoamericanos en desarrollo también:
«Lo preocupante es la velocidad con que está creciendo este negocio. En 2002, el primer año que analizaron los investigadores de GFI, los flujos financieros ilícitos rondaron los 270.300 millones de dólares. Para 2011, el último año con estimaciones disponibles, habían aumentado a 946.700 millones de dólares. Y han continuado creciendo. Con un ajuste por la inflación, se percibe un crecimiento promedio de más de 10 por ciento al año. El monto de 2011 constituyó un aumento de 13,7 por ciento respecto del de 2010.
“La fuga de capitales ha ido en aumento”, dijo Dev Kar, economista jefe de GFI y coautor del nuevo informe, en diálogo con IPS (…) Para Estados Unidos esos paraísos se han vuelto alarmantes. El Congreso ha promovido  debates sobre los métodos que usan las compañías para evitar el pago de impuestos, además de aprobar normas como la “Ley para Detener los Abusos de los Paraísos Fiscales” (S. 1346), que busca “restringir el uso de territorios costa afuera, paraísos fiscales y refugios fiscales para evitar indebidamente los impuestos federales”.
Un estudio del Congreso publicado este año indica que el 43 por ciento de las ganancias de las multinacionales estadounidenses se encuentran en el extranjero, en un grupo de países integrado por Bermudas, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos y Suiza. Dados los grandes beneficios tributarios que reciben dentro de su territorio, el 66 por ciento de las empresas estadounidenses de todas maneras no pagan impuestos, según la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno (GAO, por su sigla en inglés).
Entre 2008 y 2011, las 26 empresas más grandes de este país no pagaron impuestos netos a la renta federal (Net Federal Income Taxes), a pesar de sus multimillonarias ganancias. Un estudio de Citizens for Tax Justice (Ciudadanos por la Justicia Tributaria) demuestra que los beneficios fiscales para estas empresas le costaron cerca de 77.188 millones de dólares al fisco. Durante este periodo General Electric obtuvo ganancias por 19.616 millones de dólares y su tasa de impuestos efectiva fue de –18,9 por ciento. Boeing, que obtiene grandes contratos militares con el gobierno, ganó 14.847 millones de dólares y su tasa de impuestos efectiva fue de –5,5 por ciento (…)
A América Latina también la afecta la existencia de paraísos fiscales:
Se calcula que inversionistas brasileros tienen 519.500 millones de dólares bajo estas jurisdicciones;
Los magnates mexicanos 417.500 millones de dólares;
Los venezolanos 405.800 millones de dólares;
Los argentinos 399.100 millones;
Los chilenos 105.000 millones de dólares.
Según la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN, de Colombia) estarían escondidos en paraísos fiscales unos 50.000 millones de dólares de propiedad de colombianos, equivalente al 62 por ciento de la deuda externa de este país.»[16]

Riqueza compartida… ¡con los “ejecutivos”!
Para ser justos, hay que reconocer que los escasos multibillonarios y aún los multimillonarios distribuyen generosamente algo de sus billonarias y millonarias ganancias: entre sus “ejecutivos”, que son esos especialistas en estas prestidigitaciones mágicas sin detenerse ante nada, sin preguntarse nada, fíjense bien, nada por aquí, nada por allá, miren bien, ahora vuelvan a mirar, unos cientos de miles por aquí y unos cuantos millones por allá, miren mejor, miles por aquí, billones por allá. Uno de esos “ejecutivos”, entrevistado por El Espectador (Colombia)[17], lo manifestó simplemente así:
«Trabajé en este negocio durante cuatro años. Ya me retiré. Para ponerlo en contexto le diría que el mercado de valores ha madurado bastante. Hace 10 años las operaciones en un día en la bolsa eran de $1.000 millones. Hoy, en un día malo, pueden ser de $100.000 millones, y en días muy movidos hasta de $300.000 millones. El mercado se ha dinamizado bastante, pero al negocio le falta más vigilancia y que el Estado actúe más rápido para que no se arriesguen capitales de una forma excesiva… En muchos casos su vigilancia y sanciones sí funcionan, pero siempre se dan mucho después de que el daño ya está hecho…El comisionista no tiene por qué responder. Si compró la acción y ésta bajó, pues es el riego de este negocio.»
Una puntualización: vigilancia “para que no se arriesguen capitales en una forma excesiva”, no para que los beneficios se amplíen a otros sectores que contribuyen decisivamente a que se den tales beneficios. Pero, reconozcámoslo: este comisionista también tiene sus tormentos morales:
«…Cuando estuve en la bolsa me enteré de muchas cosas feas. Como de corredores que compraban o vendían acciones sin la autorización del cliente o que utilizaban títulos de sus inversionistas para conseguir plata prestada. Ese dinero lo movían por otro lado sin restricción alguna. Luego los clientes se enteraban de lo que ocurría, pero ya su portafolio se había reducido a la mitad. Eran prácticas vergonzosas… Hay muchos (clientes) que juran que la bolsa funciona como un banco y suponen que su plata está ahí, segura, que no está en riesgo. Ese es un error muy craso… Tengo que decir que no todos los corredores están pensando en estafar a su cliente; la mayoría es gente honrada, dedicada, juiciosa y responsable. Pero, como en todo, también hay corredores ambiciosos que buscan la forma de ganar dinero de esta manera, jugando con la plata de sus clientes… Hay gente que ha perdido 100, 200 o 1.000 millones y hasta más. Que lo han perdido todo, o casi todo, y eso es una desgracia. En 2006 mucha gente perdió todo lo invertido por corredores que hacían apalancamientos excesivos que no estaban tan regulados. Una persona podía tener $100 millones en repos y luego tener $400 millones y así. ¿Y si venía el desplome?».
Es uno entre muchos testimonios en los que estos auxiliares de los inversionistas confiesan paladinamente que su trabajo, para lo que les pagan, es simplemente buscar la oportunidad de ganar dinero sin ninguna otra consideración ni límite alguno. Pues bien, son miles y pueden ganar sumas fabulosas en cualquier momento, así como perderlas también, hay que decirlo. Pero sus amos, las “empresas” del “mercado financiero”, les reconocen sus esfuerzos premiándolos con bonos para mantenerlos en su actividad esencial: especular. Se trata de que ellos tampoco caigan en la psicología de la crisis que los ronda. Veamos estos datos, en pleno 2010, en plena, digamos… crisis:
«Un estudio del consultor de recursos humanos, Hewitt Associates, concluye que, en promedio, los sueldos de los altos directivos europeos serán multiplicados por dos por los sobre sueldos que recibirán, los bonus. Analizaron las 100 empresas europeas más grandes y concluyeron que el promedio europeo de los sueldos cobrados por los altos ejecutivos ha sido de €1,2 millones. Los ejecutivos se beneficiarán de subidas bastante reducidas de un promedio del 1,3%, frente al promedio de subidas del 5,5% el año anterior, aunque, algo más de un tercio no recibirán subidas de sueldos este año… Con la situación actual no tan mal como se esperaba, las empresas están más que cumpliendo sus objetivos y, por lo tanto, los directivos más que cumplirán los objetivos establecidos al fijar su bonus del año.» [18]

Si otros pueden, ¿por qué no usted?
No hay que hacerse mala sangre ni llenarse de envidia. Más bien pensar y actuar positivamente, ser propositivos, dejar de mirar la mitad vacía del vaso. Si hay tanta gente en el mundo haciendo dinero sin trabajar, sencillamente se trata de hacer como ellos: ¡Tú, usted, yo podemos hacernos especuladores y dejar de criticar y de pensar negativamente!
¿Coooómo…? Sí, como lo oyes, como lo estás leyendo, puedes ganar dinero a manos llenas, si solamente buscas la información adecuada. ¡Todo es cuestión de información, estamos en la era de la información al alcance de todo el mundo! ¡Invierte en formación! En la Red aprenderás todo lo que necesitas. Las siguientes son algunas muestras de los cientos de libros que puedes encontrar en la Red –¡en la Red está todo!– y estudiar al respecto:

Buffetología
Clark. Publicado en julio de 2001
En resumen: Buffettología explica con múltiples ejemplos reales las técnicas que utiliza Warren Buffett, el inversor que ha convertido 105.000 dólares en 20 billones de dólares. No se trata de una biografía repleta de anécdotas, sino de un análisis detallado de la metodología de inversión de Buffett. Esta metodología permite:
Descubrir las empresas en las que vale la pena invertir.
Calcular el precio que vale la pena pagar por esta empresa.
Saber cuándo hay que comprar y cuándo ha llegado el momento de vender.
Analizar políticas de dividendos, recompras de acciones, posiciones de arbitraje y otras operaciones financieras que permiten aumentar la rentabilidad de las inversiones.
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¡La lista es inacabable! Ahí tienes las páginas web para que la conozcas. Si otros lo hacen, ¿por qué no tú? Esta es la filosofía que domina el mundo en que vivimos, el mundo del capitalismo. Es cierto que este mundo está dividido en dos, como los describe un economista lúcido[19]:
«El capitalismo está en crisis. El que no está en crisis, y más bien ha obtenido jugosos réditos de ella, es el capitalismo financiero que aparece como el radiante triunfador de la crisis en el actual momento histórico.»
Es hora de cambiar. Para ya de quejarte, para de lamentarte, manos a lo obra: la solución es que todos aprendamos cómo se hacen millones y billones a partir de unos pocos dólares. Que nos pongamos todos el traje radiante del capitalismo financiero. Que nos volvamos todos especuladores. Y que cuando hayamos convertido nuestros modestos ahorros en cantidades de siete y hasta de trece cifras, protejamos nuestra fortuna, nuestra buena fortuna, encaletándola debidamente en cualquiera de los numerosos países adecuados y así terminar convirtiendo a nuestro atormentado mundo en, por fin, un verdadero edén, en el que nadie tendrá que trabajar, nadie tendrá que preocuparse por nada. Un verdadero paraíso, el paraíso fiscal universal, cuyos dichosos moradores seremos todos nosotros y entonces, lo mismo que quienes ahora lo habitan, cuando alguien venga a hablarnos de crisis también podremos contestar: ¿Crisis? ¿Cuál crisis?

Abril 5 de 2014



[1] Aurelio Jiménez, http://www.elblogsalmon.com/economia/como-llevan-los-ricos-la-crisis
[2] Miguel López, Onésimo Álvarez-Moro, http://www.elblogsalmon.com/protagonistas/los-hombres-mas-ricos-del-mundo-2012
[3] Tony Robinson, pressenza.com/es/2013/01/los-valores-de-una-nueva-economia-humanista/?
[4] El Espectador, http://www.librered.net/?p=26848
[5] Aurelio Jiménez, http://www.elblogsalmon.com//entorno/la-crisis-no-puede-con-los-ricos?utm_source=NEWSLETTER&utm_medium=DAILYNEWSLETTER&utm_content=POST&utm_campaign=03_Jan_2014+El+Blog+Salm%C3%B3n&utm_term=CLICK+ON+CONTENT
[6] Edgardo Lander, pressenza.com/es/2013/01/un-nuevo-periodo-historico/
[7] Eduardo Andrade Bone, http://argenpress.info/2010/05/el-capitalismo-y-sus.html
[8] Edgardo Lander, sitio web citado.
[9] Marco Antonio Moreno, http://www.elblogsalmon.com//economia/la-burbuja-financiera-china-ha-estallado-y-se-encuentra-en-pleno-desarrollo?utm_source=NEWSLETTER&utm_medium=DAILYNEWSLETTER&utm_content=POST&utm_campaign=21_Mar_2014+El+Blog+Salm%C3%B3n&utm_term=CLICK+ON+TITLE
[10] Marco Antonio Moreno, http://sn141w.snt141.mail.live.com/default.aspx#!/mail/InboxLight.aspx?n=1546462427!n=304078570&fid=1&fav=1&mid=434ef63e-d605-11e1-98c6-00237de41680&fv=1
[11] Carey L. Biron, http://polodemocratico.net/index.php?option=com_content&view=article&id=5903:fuga-de-capitales-sin-declarar-llega-a-cifras-astronomicas&catid=47:internacionales&Itemid=49
[12] Sally Burch, http://www.jornadanet.com/Hemeroteca/Opinion/n.php?a=3291&f=20121102
[13]  Jason Hickel, http/www.aljazeera.com/indepth/opinion/2013/04/201349124135226392.html
[14] Rodrigo Borja, http://polodemocratico.net/index.php?option=com_content&view=article&id=5580:paraisos-fiscales-&catid=42:columnistas
[15] Ibidem
[16] Mario Alejandro Valencia, http://polodemocratico.net/index.php?option=com_content&view=article&id=4321:paraisos-fiscales-como-no-pagar-impuestos-en-ninguna-parte&catid=42:columnistas
[17] http://www.elespectador.com/noticias/economia/articulo-386523-confesiones-de-un-comisionista-de-bolsa?page=2
[18] Onésimo Álvarez-Moro, http://www.elblogsalmon.com/mundo-laboral/los-bonos-duplican-los-sueldos-de-los-ejecutivos
[19] Fánder Falconí, Los distintos trajes del capital, diario ecuatoriano El Telégrafo, marzo 5 de 2014.
http://www.telegrafo.com.ec/opinion/columnistas/item/los-distintos-trajes-del-capital.html

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