La fe del fanático

«Al “fiel” ni le es permitido tener una conciencia respecto a “verdadero” o “falso”; ser honesto en este punto significaría su ruina inmediata. Su óptica patológicamente condicionada hace del convencido un fanático –Savonarola, Lutero, Rousseau, Robespierre, Saint-Simon–, el tipo contrario del espíritu fuerte, libertado. Mas la gran postura de estos espíritus enfermos, de estos epilépticos del concepto, sugestiona a las masas; los fanáticos son pintorescos, y los hombres prefieren ver posturas a escuchar argumentos…».


                                                     Friedrich Nietzche, El Anticristo

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